Cómo limpiar la vitrocerámica para mantenerla brillante como el primer día

Cómo limpiar la vitrocerámica
Índice

Limpiar la vitrocerámica es una de esas cosas que casi todos odiamos, pero que es realmente importante ya es posiblemente uno de los elementos más importantes de la cocina, y al que más uso le damos a diario. Mantenerla limpia suele ser una tarea complicada, sobre todo sino se utilizan los productos adecuados, y se hace con un mínimo de cuidado, para no dañarla en lugar de limpiarla.

Si no sabes muy bien como hacerlo, no te preocupes, nosotros te ayudamos y sobre todo te explicamos cómo limpiar la vitrocerámica para tenerla como el primer día que la compraste. Además si te ves con ganas de hacer una limpieza profunda en la cocina, aprovecha y lee nuestro artículo en el que te explicamos cómo limpiar los filtros de la campana extractora de una forma sencilla y eficaz, y deja tu cocina tan limpia que podría salir en cualquier anuncio de televisión.

Cómo limpiar la vitrocerámica

A casi nadie se le escapa que las vitrocerámicas, compuestas por cerámica vitrificada como uno de los elementos principales, es bastante sensible. Si no la limpiamos con sumo cuidado podemos dañarla y rayarla con gran facilidad.

Si quieres limpiar la vitrocerámica de forma adecuada sigue estos consejos que vamos a mostrarte a continuación;

Utensilios de limpieza

Rasqueta vitrocerámica

Para poder limpiar la vitrocerámica deberás de contar con un par de paños o rodillos. También nos puede de ser gran ayuda una esponja y sobre todo una rasqueta o espátula que puedes adquirir en cualquier supermercado.

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No son pocas las personas que utilizan el estropajo o esponjas metálicas, pero nuestra recomendación es que te olvides desde este mismo momento de ellos. Debido a la dureza de estos y a los componentes metálicos, si limpiamos nuestra vitro con ellos lo único que conseguiremos es rayar el cristal.

El primer paso, lavarla

Lo primero que debemos hacer, con la vitrocerámica fría, es lavarla con agua y un poco de jabón para quitar la suciedad más superficial. De este modo no solo retiraremos suciedad, sino que además humedeceremos la suciedad incrustada que luego eliminaremos. Para esto puede usar un paño, una esponja suave o incluso papel si ves que existen muchas salpicaduras de aceite.

Llegó el momento de usar la espátula o rasqueta para vitrocerámicas

Una vez eliminada la suciedad más superficial, llegó el momento de usar la espátula para dejar totalmente limpia nuestra cocina. Coge la rasqueta con fuerza para que no se te escape, pero no aprietes demasiado sobre la vitro ya que si utilizas demasiado fuerza puedes acabar dañando el cristal.

Si quieres ser un auténtico profesional a la hora de limpiar la vitrocerámica deberías de coger la rasqueta con una inclinación de 30 grados, para rascar mejor. La mayoría de rasquetas que puedes adquirir vienen preparadas para que sean cómodas casi con cualquier inclinación. Además, suelen tener un pequeño saliente para que puedas apoyar el dedo pulgar o índice y así manejar mejor el artilugio.

Una vez acabes con la rasqueta, usa un paño húmedo, bien escurrido, para eliminar la mezcla de agua y jabón que haya podido quedar, además de la suciedad que hayamos rascado.

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Usa un producto limpiador

Ahora, con la placa vitrocerámica limpia ha llegado el momento de usar un producto limpiador. Hay muchas personas que es lo primero que le echan, cometiendo un claro error ya que si que es cierto que la limpia, pero termina estrropeandola con el tiempo por la capacidad abrasiva de estos productos. En la medida de lo posible es interesante mantenerse alejado de productos de limpieza, hasta que la vitro no está limpia.

Además, debes de evitar los productos destinados por ejemplo a la limpieza del horno, estos limpiadores, en la mayoría de los casos son muy abrasivos y terminan por dañar de forma importante nuestro vitrocerámica. Decántate siempre por productos que aporten brillo al cristal y que sean recomendados para el uso en placas vitrocerámicas, en el mercado existen una enorme cantidad de ellos, algunos incluso a un precio muy económico.

Una vez hayas aplicado el producto, retíralo con un paño húmedo o bien con papel de cocina. No estaría mal tampoco leer las instrucciones del propio producto, donde con total seguridad explicará el tiempo que debes dejar actuar el producto, así como la forma más adecuado para retirarlo. No todos los productos se aplican no se retiran o limpian de la misma manera.

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Seca la superficie de la placa vitrocerámica

Secar vitrocerámica

Por último, seca la superficie con un paño limpio para que quede limpia y brillante. Si ha seguido todos los pasos de forma correcta notarás como tu vitrocerámica brilla como el primer día y se la ve limpia. Además con el paso de los días verás como va ganando más brillo, debido a que los productos que sirven para limpiar la vitrocerámica van dándole brillo y haciéndola lucir como el primer día en el que la instalaste.

En el caso de que hayas cocinado, sin llegar a manchar demasiado, no es necesario que sigas todos los pasos que te hemos mostrado. Bastará con que pases un paño húmedo y después seques tu placa vitrocerámica. También puedes recurrir a toallitas limpia vitrocerámicas que se venden en supermercados o tiendas especializadas con las que podrás limpiar tu vitro en el caso de que no la hayas ensuciado demasiado.

Eso sí, manches o no demasiado, al menos una vez a la semana deberías de hacer una limpieza completa a tu vitrocerámica. Con esto te asegurarás que esta se mantenga en perfecto estado, además de limpia y reluciente.

¿Has conseguido limpiar la vitrocerámica y dejarla reluciente con nuestros consejos?, cuéntanoslo en el espacio reservado para los comentarios de esta entrada o bien a través de alguna de las redes sociales en las que estamos presentes.

Marty Byrde

Aunque solo soy un personaje de ficción, disfruto de la tecnología a diario. En mis ratos libres me gusta escribir, leer y escuchar música. Te contaría más cosas sobre mí, pero tampoco necesitamos conocernos tanto.

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