Cómo conseguir un squirt durante el orgasmo
El squirt para quien haya accedido a este artículo sin saber que es ni que significa, debemos decirte que es la eyaculación femenina, también conocida como squirting. Debe de su nombre al verbo “to squirt” que significa “echar un chorro” y que a pesar de intentar traducilor de varias maneras, se ha adoptado su nombre en su lengua original.
Alrededor del squirting existen muchos tabúes y es que no son pocos los que piensan que la eyaculación es únicamente propia de los hombres. Sin embargo cualquier mujer también puede eyacular, aunque eso sí, no es algo tan sencillo como sucede con los hombres. Por suerte, hoy vamos a ofrecerte una serie de consejos para que tu o tu pareja sea capaz de lograr un squirt.
Qué es el squirt
Como ya hemos dicho el término squirt hace referencia a la eyaculación femenina, o lo que es lo mismo la expulsión de fluidos desde la vagina, durante el orgasmo de una mujer. La cantidad de líquido puede variar en gran medida, y por normal general este flujo no sale al exterior de una forma visible.
Y es que no hay muchas mujeres capaces de conseguir un squirt durante el orgasmo, y hasta no mucho las pocas que lo conseguían decían que era orina que se escapaba y no eyaculación propiamente dicha.
Habitualmente el término squirting y eyaculación femenina se utilizan para dar nombre al mismo acto, según varios expertos, se trata de dos cosas totalmente diferentes. Y es que la eyaculación femenina será la expulsión de un líquido blanco y de un espesor parecido al del semen del hombre, y el squirt sería la expulsión al exterior de un líquido mucho más abundante, muy parecido al agua desde la vejiga urinaria.
Puntos a tener en cuenta para conseguir un squirt
A continuación os vamos a mostrar una serie de puntos que debes de tener en cuenta si quieres conseguir un squirt. Todos ellos tienen que ver con la estimulación del punto G que es la clave a la hora de conseguir el squirting. Recuerda que puedes lograr esta eyaculación por ti misma o con la ayuda de quien tú quieras;
- Localiza tu punto G. Para ello necesitarás estar excitada, ya que de esta forma este se inflama y resulta mucho más sencillo de encontrar. También puedes tratar de encontrarlo sin estar excitada, pero la búsqueda de este punto será sin duda alguna mucho más complicada. Para que no te pierdas, debes de buscarlo en la parte de arriba de la pared frontal de la vagina, por no normal genera se encuentra a unos 4 centímetros del orificio vaginal.
- Introduce tus dedos índice y corazón. Estos son los dedos que deberás de introducir en tu vagina para encontrar el punto G. Recuerda introducirlos con la palma de la mano hacia arriba y colocando tu mano como si quieras llegar al ombligo por dentro de la vagina.
- Has llegado al punto G cuando notes una zona más esponjosa del tejido vaginal que te llamará la atención nada más que la toques. Además en cuanto comiences a acariciarlo notarás que tu excitación comienza a crecer.
Si no consigues localizar tu punto G no debes de preocuparte, ni tampoco dejar de intentar localizarlo ya que con el tiempo y un poco de práctica todo el mundo es capaz de encontrarlo. Por si acaso, también existen una enorme cantidad de estimuladores y consoladores especiales que nos permiten ubicar este punto contra facilidad y estimularlo de la forma que necesitamos para lograr nuestro objetivo, conseguir un squirt.
Cómo hacer un squirt
Antes de explicar cómo puedes conseguir un squirt, debes de saber que es una práctica complicada y que requiere, por normal general, de mucha práctica, así que no te frutes si en tus primeros intentos no consigues eyacular. Esto mismo sirve para todas esas parejas que lo intentan una y otra vez sin éxito.
Ya hemos repaso los primeros pasos en el punto anterior, con lo que solo queda comenzar a estimular el punto G para poder conseguir un squirting. La primera sensación que se suele tener, sobre todo si nunca has estimulado esta zona, es de extrañeza, ya que se puede sentir una presión en la vejiga, a la que no deberías de prestar demasiada atención, ya que lo única que significa es que vas por el buen camino.
A la hora de estimular el punto G debes de tener en cuenta que movimientos te provocan una mayor excitación. Vete probando y quedándote con aquellos movimientos que te producen mayor placer, y descartando por contra aquellos con los que no tengas demasiadas sensaciones. Recuerda que puedes masajearlo, presionando y todo lo que se te ocurra, variando el ritmo, con el objetivo de conseguir placer, que será por cierto muy intenso y continúo.
La clave para llegar a conseguir un squirt está en el ejercicio de los músculos pélvicos que debes de realizar, contrayéndolos y soltándonos, imitando el gesto que haces cuando quieres aguantar la orina. En el momento en el que notes que estás llegando al orgasmo, debes de retirar los dedos de tu vagina, y empujar mientras te conduces hacia el punto conocido como de no retorno.
Si todo ha ido bien, deberías de notar como un flujo va bajando por tu vagina. No dejes de empujar hasta que consigas que ese flujo salga de tu vagina. Si lo consigues, enhorabuena, porque habrás logrado un squirt y además con total seguridad habrás conseguido uno de los orgasmos más placenteros que a buen seguro recuerdas.
Cómo provocar un squirt a tu pareja
Sí que una mujer consiga un squirt es complicado y necesita de mucha práctica, provocar un squirt a tu pareja es algo todavía más complicado. Para ello debes de conseguir que esté muy excitada, a través de juegos preliminares o bien con la penetración. Cuando veas que la excitación está en el punto más álgido, debes de introducir tus dedos en su vagina hasta tocar su punto G (puedes seguir los consejos que te hemos dado en el apartado anterior).
La comunicación para conseguir el squirt es muy importante, ya que es clave saber los lugares donde siente mayor placer. Para conseguir un mayor estimulo del punto G, puedes apoyar tu otra mano en la parte externa de la vagina, y presionar. De esta forma conseguirás una estimulación exterior e interior, algo realmente importante.
En el momento que veas que tú pareja está cerca de alcanzar el orgasmo, o ella te lo diga, retira tus dedos de la vagina y disfruta viendo como la eyaculación sale. La cantidad de flujo que sale al exterior depende muy mucho de cada persona, pero sobre todo de la excitación de esta. Eso sí, si no hay demasiado flujo, no te preocupes, porque no quiere decir que lo hayas mal. De hecho si has conseguido llegar al squirt y ver como el flujo sale al exterior, es que algo has hecho bien o muy bien.
¿Has conseguido un squirt o bien provocárselo a tu pareja?, si te apetece puedes contarnos tu experiencia en el espacio reservado para los comentarios de esta entrada o bien a través de alguna de las redes sociales en las que estamos presentes.
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