Cómo limpiar paredes blancas y dejarlas perfectas con estos trucos caseros
Limpiar paredes blancas y dejarlas lo más blancas posibles no es una tarea para nada sencilla. Y es que en muchas ocasiones, y con el paso del tiempo, estas pierden el color, apareciendo moho en las paredes o manchas poco vistosas, como pueden ser las manchas de nicotina. Pintar las paredes puede ser una buena solución, pero si no tienes experiencia no quieres gastar un solo euro, en este artículo te vamos a explicar cómo limpiar paredes blancas, con varios trucos caseros, y dejarlas perfectas.
Echa un vistazo a tu pared blanca
Lo primero que debes de hacer antes de lanzarte a limpiar tu pared blanca, es echarle un vistazo en profundidad y valorar la situación. Y es que es no lo mismo que tu pared haya perdido un poco su característica color blanco, a que tus hijos la hayan llenado de dibujos o esté salpicada de comida por todos los sitios.
Los trucos y remedios caseros que te vamos a contar para limpiar paredes blancas, son casi infalibles, pero si de un primer vistazo ya ves tu pared demasiado sucia, nuestra recomendación es que cambies el agua y jabón por la pintura blanca y un buen rodillo y brocha.
Además es importante que sepas si la pared está pintada con una pintura a base de látex o aceite;
- Una pared pintada con pintura de látex se limpia con agua y limpiador
- Una pared pintada con pintura de aceite se limpia con vinagre y un desengrasante
- Una pared pintada con pintura de temple se limpia pasando un trapo para retirar el polvo
Prepara la limpieza de la pared blanca
Después de haber valorado la situación de la pared blanca, debemos de preparar la limpieza. Para ello es recomendable eliminar el polvo suelto de la pared. Puedes hacerlo con el cepillo del aspirador, pasándolo de forma suave por la pared o con una escoba recubierta con una toalla.
Si encuentras que la pared tiene algún desperfecto, puedes aprovechar para repararlo cubriéndolo con un poco de masilla, o con determinados productos especiales que hay para estos casos. También, si el desperfecto no es demasiado grande, puedes únicamente pintarlo un poco, aunque no te lo recomendamos ya que puede verse mucho más al ser bastante complicado conseguir el mismo color blanco que ya tenía la pared.
Tanto si vas a limpiar como a reparar la pared blanca, deberás de retirar y cubrir todos los muebles, para evitar dañarlos. Un plástico para cubrir los suelos o las alfombras también puede ser muy efectivo. Con esto trabajarás más cómodo, y evitarás manchar o estropear los muebles y los suelos.
Cómo limpiar paredes blancas
A continuación os mostramos como limpiar paredes blancas, teniendo en cuenta como están pintadas estas. Y es que dependiendo de la pintura que hayamos usado para pintar las paredes blancas deberemos de limpiar estas de una forma u otra.
Cómo limpiar las paredes pintadas con pintura de látex
Si nuestra pared blanca está pintada con pintura de látex o látex acrílico, estamos de suerte, ya que bastará con usar agua tibia y un limpiador suave multiusos. Mezclándolo todo en un cubo, sin echar demasiado limpiador, deberemos de limpiar la pared con una esponja. Puedes centrarte en las zonas con manchas y tan solo pasar la esponja, sin presionar demasiado, en las zonas donde no haya tanta suciedad.
Una vez que hayamos limpiado toda la pared, deberemos de cambiar el agua por una limpia y con otra esponja aclarar toda la pared. Con esto nuestra pared blanca de pintura de látex quedará perfecta y prácticamente igual que el día que la pintamos.
Cómo limpiar paredes blancas pintadas con pintura de temple
Las paredes blancas pintadas con pintura de temple pueden que sean las más complicadas de limpiar, por razones más que obvias. Nuestra recomendación es que directamente la pintes de nuevo ya que va a ser muy complicada limpiarla y que quede perfecta.
No obstante si quieres limpiarla, puedes probar con una miga de pan muy prensada o goma de borrar. Antes de lanzarte a usar la goma de borrar o la miga, prueba en una zona de la pared donde no se vea demasiado para ver los resultados que se pueden conseguir. En ambos casos lo que se consigue es borrar la suciedad de la pared, pero si no conseguimos hacerlo de forma uniforme podemos acabar por tener una pared de muchos blancos, algo horrible a la vista.
Cómo limpiar las paredes pintadas con pintura de aceite
Si tienes una pared blanca pintada con pintura de aceite, como ya hemos comentado antes estas se limpian con una mezcla de vinagre y detergente. Es cierto que en el mercado existen otros productos, que prometen resultados increíbles, pero que no te recomendamos usar ya que pueden llegar a ser dañinos para la pintura de aceite y para tu pared.
El primer paso que debes llevar a cabo es el de preparar el producto de limpieza casero. Vierte en un cubo un litro de agua tibia y añade en él una cucharada de detergente para platos (puedes usar cualquiera). Por último añade un poco de vinagre, sin pasarte demasiado o toda la pared y tu casa en general tendrán un olor difícilmente soportable a vinagre. Con una esponja, sumérgela en la mezcla y pásala por la pared una vez la hayas escurrido lo mejor posible.
De esta forma nuestra pared blanca volverá a relucir y a tener ese color tan característico. En el caso de que te encuentres con alguna mancha difícil, las pintura de aceite, tolera muy bien los desengrasantes. Échale un poco sobre la mancha, déjalo actuar durante unos minutos y al limpiar verás que la mancha ha desaparecido por completo.
El último paso es aclarar la pared para lo que puedes usar agua limpia y una esponja diferente a la que hayas usado anteriormente. Recuerda escurrir bien la esponja para no usar demasiado agua y que la pared pueda llegar a humedecerse demasiado.
Cuándo y cada cuanto debemos limpiar las paredes
Aunque te pueda parecer una tontería, limpiar paredes blancas es una tarea que debería de estar reservada para la primavera o principios del otoño. Con esto evitaremos los rigores del frio del invierno y del calor del verano, y podremos por ejemplo, tener abiertas sin problema las ventanas de toda la casa para que las paredes se sequen.
La frecuencia de limpieza, normalmente es de una vez al año, aprovechando por ejemplo una limpieza general. Si por cualquier razón debes de limpiar una pared o varias, antes de ese plazo, no importa demasiado, mientras que no las limpies cada semana. En este caso podrías acabar por dañar la pintura o incluso la pared.
Como consejos debemos decirte que no te olvides de limpiar el rodapié de la pared, para lo cual puedes usar un plumero, una bayeta húmeda o un cepillo con esponja. Es importante que lo limpies junto con la pared para que el rodapié no parezca sucio a diferencia de la pared.
Limpiar las paredes blancas o de cualquier color es algo que no gusta a casi nadie, que suele no ser sencillo y que en muchas ocasiones desemboca en tener que pintar de nuevo, pero de vez en cuando, toca hacerlo, sobre todo si quieres que la pared blanca siga blanca.
¿Conoces algún truco casero más para poder limpiar las paredes blancas?, cuéntanoslo en el espacio reservado para los comentarios de esta entrada o bien a través de alguna de las redes sociales en las que estamos presentes y lo añadiremos a este artículo.
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