Cómo hacer un palo de lluvia y relajarte con su sonido

Un palo de lluvia, puede ser un objeto que ayudarte a relajarte o servir de juguete para los más pequeños de la casa. A buen seguro en tu infancia tú viste uno, y hoy para volver a esa infancia, o para construírselo a alguien, vamos a explicarte como hacer un palo de lluvia tú mismo de la forma más sencilla.

¿Qué es un palo de lluvia?

Casi con total seguridad has visto un palo de lluvia, o incluso varios a lo largo de tu vida, pero o desconocías su nombre o bien lo llamabas de otra forma. Se trata de un tubo largo y hueco que se llena con piedras pequeñas, arroz, arena, lentejas o incluso semillas. En el interior del palo se clavan palillos o pequeños palos de bambú que hacen que cuando se inclina, al ir cayendo lo que has metido dentro hace un sonido muy parecido al de la lluvia, que en la mayoría de los casos es muy relajante.

A los niños más pequeños les suela gusta mucho por el sonido que emite, que puede cambiar en gran medida dependiendo de lo que metas en el interior del palo de lluvia. La decoración exterior puede variar, ya que si tú mismo lo construyes puedes decorarlo a tu gusto. En cambio sí lo compras las decoraciones son también de lo más variado y en algunos casos son muy vistosas.

Cómo hacer un palo de lluvia

A continuación te mostramos los pasos que debes de seguir para construir un palo de lluvia, así como los materiales que vas a necesitar para llevar a cabo esta manualidad.

Materiales necesarios

• Un tubo de cartón que sea resistente ya que será la estructura del palo de lluvia. Si va a estar en manos de niños, este debe de ser lo más resistente posible ya que un mal golpe puede hacer que todo el interior se esparza por casa.
• Tapas para cerrar los extremos del palo, por ejemplo cartón o cartulina.
• Arroz, semillas, maíz, lentejas, piedras o cualquier cosa que se te ocurra que puedes meter en el interior del palo de lluvia y que pueda producir un sonido bonito al contacto con los palos del interior.
• Clavos o palillos para hacer la estructura interior.

Pasos a seguir

1. Comienza colocando los clavos en el interior del tubo. Dependiendo del material del tubo deberás de clavarlos o pegarlos en su interior. Es recomendable que cuando escojas el tubo lo hagas de un material no demasiado duro que te permita clavar los palos desde el exterior del tubo. Por ejemplo el tubo del papel de cocina puede ser ideal si lo refuerzas de alguna manera. Recuerda repartir los claves por todo el tubo, sin seguir ningún patrón prestablecido.
2. El número de clavos va a depender del tamaño del tubo, pero para que te hagas una idea, si este es del tamaño del de un rollo de cocina, puedes poner entre 80 y 100 clavos. Cuantos más clavos colocas más sonido producirá.
3. Una vez que tengas todos los clavos colocados, vamos a darle un extra al interior del tubo colocando unas tiras de papel de aluminio. Haz serpientes con el papel y colócalas dentro del tubo, esto hará que el sonido cambie en gran medida.
4. Coloca una de las tapas en uno de los extremos del tubo. Puedes fijarla usando pegamento o bien cinta adhesiva.
5. Rellena el interior del tubo con el material que hayas elegido. Ten en cuenta que no puedes llenarlo demasiado ya que el material ha de caer de una lado al otro al mover el palo de lluvia.
6. Coloca la otra tapa para dejar totalmente cerrado el tubo.
7. Haz pruebas con el palo de lluvia para ver si el sonido es correcto y sobre todo si te gusta. Si no te convence puedes añadir o quitar palillos o modificar la cantidad del material que has introducido en el interior.

Comprar un palo de lluvia

Si no quieres hacer tu mismo el palo de lluvia, puedes comprarlo en jugueterías, grandes superficies o incluso en Amazon donde los venden a un precio muy reducido. A continuación te mostramos varios palos de lluvia que puedes comprar ya mismo;

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¿Preparado para disfrutar de tu palo de lluvia?, cuéntanos que recuerdos tienes de los palos de lluvia y cómo fabricaste el tuyo propio. Puedes incluso enseñarlos el tuyo haciéndonos llegar la foto a través de alguna de las redes sociales en las que estamos presentes.